Nueve
Viernes 28 de noviembre de 2003, 7:02 AM
Jueves 27 de noviembre de 2003, 7:17 AM
Mariana ve un charco
de sangre bajo sus pies, el sueño de ser
madre va muriendo con cada gota que cae. Inexpresiva, pálida, aun mojada y con
el cuchillo en la mano ya no puede mantenerse parada y su cuerpo cae al suelo
produciendo un estrepitoso ruido cuando su cabeza golpea la mesa del comedor.
Jueves 27 de noviembre de 2003, 7:17 AM
El sol radiante, la
brisa fresca y el desayuno cocinándose como todos los días, Mariana estuvo
lista primero que Raúl para ir al trabajo; esta vez sonreía más que nunca porque
pensaba que si habían tenido suerte y luego de 4 años de intentos por fin estaba
embarazada. Raúl, aun medio dormido, desayunaba mientras intentaba recoger con
los pies las llaves del auto que se sin querer había tirado al piso, era una
mañana común en la casa de este joven matrimonio.
En esta oportunidad
condujo el auto Mariana ya que al finalizar el día iría por los resultados de
la prueba de embarazo; Raúl, con una calma tal vez excesiva, le comentó que no
guardara tantas esperanzas, que era mejor consultar a un experto, a lo que
Mariana respondió solo con una sonrisa y un “esta vez si estamos embarazados,
estoy segura”. Al llegar al trabajo,
Raúl la besó en la frente y dijo: “mantenme informado”. Al alejarse el vehículo,
Raúl caminó hacia su oficina, se sentía agobiado al saber que habían
posibilidades de que Mariana estuviese embarazada, eso complicaría sus planes
de alejarse, de divorciarse.
Jueves 27 de noviembre de 2003, 6:17 PM
Mariana recibió una llamada,
era una mujer que sin mayor explicación le indicó que no debía trasladarse a la
clínica, el resultado estaba listo, no estaba embarazada y debía acudir a un
especialista porque sí a pesar de tantos
intentos no podía concebir, era porque había un problema, indicó con un
tono de falsa preocupación e ironía: “algo está mal contigo como mujer”.
Mariana destrozada cortó la llamada y destrozó toda su oficina en un intento
por descargar la rabia y el dolor que la agobiaban.
En otro lado de la
ciudad Raúl descansaba en el hotel donde desde hace 2 años pasaba algunas
tardes con Gaby, una cliente que conoció en alguna presentación de negocios y
de la cual se enamoró perdidamente desde el primer momento que estrecharon sus
manos en un saludo efusivo. Mientras estaba acostado el teléfono de Gaby repicó
insistentemente sobre la cama, al revisarlo Raúl notó que la llamada provenía del
número de Mariana, sin entender lo que ocurría preguntó de forma violenta a
Gaby porqué su esposa a quién no conocía la estaba llamando, a lo que Gaby
respondió con evasivas e imprecisiones. Raúl tembló al pensar que cometió algún
error que hizo que Mariana lo descubriera.
El hombre atormentado
llamó repetidamente a su esposa sin lograr comunicarse con ella, sintiéndose
descubierto, vulnerable y acorralado decidió salir del hotel, maleta en mano,
pero no fue a su casa, pasó la noche en la calle pensando que hacer con su
esposa y su amante. No atendió llamadas, ni mensajes, sólo pensó en lo que
debía hacer. Mariana, por su parte, continuó llamando a Gaby sin conocer que se
trataba de la amante de su esposo y no de algún miembro de la clínica donde
realizó su prueba de embarazo; en su mente repetía constantemente la frase que
con tanto afán Gaby le expresó: “algo está mal contigo como mujer”.
Viernes 28 de noviembre de 2003, 5:48 AM
Gaby analizó las
acciones que había cometido, mentir sobre el embarazo de Mariana le daría
tiempo para que Raúl se separara de ella antes de saber que en efecto si esperaban
un hijo; en ese momento ya no le importaba si los descubrían o no, sólo le
interesaba amar a Raúl, sin mentiras, sin ataduras. Pasó la noche en vela
esperando a que su amante apareciera, evadió las insistentes llamadas de
Mariana que buscaba una explicación acerca de la información que le había
indicado.
También Raúl pasó toda
la noche en vela, pensando su futuro, tomando una decisión, Resolvió recuperar
a Mariana y a hacer una nueva vida dejando atrás lo ocurrido con Gaby pero aun
no sabía cómo decirle todo lo ocurrido a su esposa; buscando en la maleta ropa
para cambiarse encontró los resultados de la prueba de embarazo que Gaby robó
de la clínica donde aseguran que su mujer está embarazada. Con renovadas
energías se dirigió rápidamente a su casa para dar la noticia a Mariana, por
fin serian una familia completa y todo lo malo quedaría en el pasado.
Iniciarían una nueva etapa.
Viernes 28 de noviembre de 2003, 7:02 AM
Dos horas atrás Mariana
había tomado más de 20 pastillas para la hipertensión, pensó que eso y
sumergirse en la tina sería suficiente para acabar con su vida. Se sentía una
persona incompleta, no podía procrear, no construiría una familia, algo estaba
mal con ella, no era una verdadera mujer.
Al sonar el
despertador abrió los ojos y por unos segundos estuvo desorientada, no entendía
por qué aun seguía con vida, esta vez lo intentaría de una forma más efectiva.
Bajó a la cocina y abrió la gaveta donde estaban los cuchillos. Estaba
decidida.
Nueve veces insertó
el cuchillo en su vientre, de que le servía si no podía tener un hijo. Llorando
desde la ventana observa como Raúl camina hacia la puerta, él sonríe. Mariana ve
un charco de sangre bajo sus pies, el sueño de
ser madre va muriendo con cada gota que cae.
Maik Russa
Malayo hombre...
ResponderEliminarMalayo por...??? =(
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