Ella es así

Con una sonrisa y su cara de alegría llega todos los días a la universidad Marieé, vestida de forma distinta a las demás , marcada con un estilo muy personal, con los cuadernos en una mano y el teléfono móvil en otra, bien sea enviando o recibiendo un mensaje de alguien a quien nunca menciona.

A diferencia de otras personas foráneas, es un poco reservada al hablar de su ciudad natal, sólo comenta que es de Margarita y que en toda su vida no había abandonado la isla hasta ahora.

Al conversar con ella se nota un poco aturdida casi siempre, si va llegando es por el calor, si esta en media clase es por las observaciones de algún profesor, si va saliendo es porque tiene prisa. No importa cual situación atraviese, ella siempre la enfrenta feliz.

Por su aparente buen ánimo a veces sus comentarios no concuerdan con lo que la gente ve; posee un dejo de paz y relajación que pocos tienen en el salón de clases. Se le ve muy bien vestida, usando botas de raros colores y diseños, siempre combinada y muy bien arreglada.

Muchos dirían esto para describirla, pero yo miré un poco más, vi a una joven reservada, con pocos amigos, de pocas palabras. Observadora, detallista, dispuesta a escuchar a los demás pero nunca a opinar o aconsejar, manteniéndose al margen como tratando de no involucrarse en el ambiente del que es parte.

Yo vi la tristeza que sabe esconder en su sonrisa, observé el dolor que oculta en su alegría y como ella me mantuve al margen, no hice nada para cambiarlo.

Maik Russa. Noviembre, 2002