Hola
Marco solo
Apenas comienza sus estudios de
odontología. Siente miedo por su futuro, tiene tantas expectativas que espera
cumplir, tantas metas que quiere lograr. No siente miedo de lo que quiere hacer
sino de lo que no pueda conseguir. Quiere concretar todos sus anhelos, quiere
comenzar su vida ya. Le falta tiempo, le sobran ganas. El cáncer que padece
desde los 15 años le intenta robar la sonrisa que solo le regresa su lista de cosas
por realizar.
Su proyecto es su vida, su motor es el tiempo que le queda y su
impulso hace tiempo dejó de ser ganarle la batalla al cáncer. Ganarle la
batalla al tiempo es la prioridad.
Erika sola
Trabaja todos los días en el negocio de su familia. Ama lo que hace,
le encanta atender a los clientes en la pequeña pastelería que por más de 20
años endulza la vida de su comunidad. Es feliz haciendo todo, desde cocinar
hasta cuadrar los inventarios; lo más dulce que ofrece a sus clientes es su
sonrisa.
Su filosofía es sencilla, vivir el momento siempre; dice no tener
metas, no proponerse objetivos, nunca. Prefiere que la vida la sorprenda con
nuevas actividades y nuevas aventuras. Cada día es una nueva historia por vivir
y un recuerdo para mañana, para contar, para compartir.
Marco y Erika
Marco intenta vivir con la normalidad de cualquier joven, en su proyecto
de vida lo principal es parecer normal. Hoy se siente valiente, confiado, hoy
quiere decirle hola a quien siempre le brinda una sonrisa con cada postre que
le vende. Hoy saludará a Erika y romperá el silencio de tantos meses.
Hoy se atreve, hoy lo siente. Hoy lo quiere.
Erika esta como siempre en la pastelería, dando su mejor esfuerzo por
que todo salga bien cuando ve entrar a Marco. Se le nota apresurado, indeciso sobre
que comprar y con la simpatía que le caracteriza se acerca para asesorarle.
Marco decide por fin decir hola. Las palabras están en su boca, listas
para salir. No está enamorado, simplemente quiere confirmar lo que su mente le
dice: “con ella haré click”, “ella comprenderá lo que pienso y me apoyará”. Una
perfecta desconocida le inspira más confianza que todos sus amigos y familiares.
Porque confía que alguien ajeno a su situación le puede brindar verdadera
estima y no lástima.
Erika y Marco
Marco por fin dice hola, sonríe tímidamente y mira al suelo. Erika
responde con un: “Hola, estoy aquí para ayudarte” en el que Marco deja
descansar todos sus miedos. Marco mira a los ojos a Erika y responde: “yo estoy
para vivir” mientras poco a poco se desvanece y cae al suelo.
Esas fueron las últimas palabras de Marco. Ese fue su último día. Esa
fue su última batalla y su última victoria. Le ganó al tiempo pero el tiempo lo
venció a él.
Ese fue el primer momento de verdad de Erika. Su objetivo de ahora en
adelante será vivir. ¿Aventurarse?, Claro que sí, pero consiente que su proyecto
es su vida.
Comentarios
Publicar un comentario